miércoles, 14 de julio de 2021
..Priorizando la protección de sus pacientes, y con un enfoque siempre preventivo, se expresan a favor de que sean las aseguradoras las que continúen sufragando los costos relacionados al control de infecciones y adquisición de equipo de protección personal (EPP) porque es su función, compromiso y responsabilidad.
Lanzan esfuerzo viral exhortando a pacientes a firmar petición de permanencia de cobertura del EPP a través de la plataforma de cambios social CHANGE.ORG/QUIERO ESTAR PROTEGIDO HASTA LOS DIENTES
HATO REY, Puerto Rico – 12 de julio de 2021 – Inviabilidad operativa y éxodo profesional. Básicamente ese es el resultado asociado con los altos costos de adquisición de equipos de protección personal, con nuevos estándares más rigurosos que antes de la pandemia, establecidos para proteger tanto a los pacientes como al profesional dental y sus empleados. Además de guantes, mascarillas y protectores plásticos para cada paciente, estos equipos/materiales incluyen filtros ultravioletas para los aires acondicionados, succión extra-oral y rociar las áreas con desinfectante entre pacientes, entre otros. Este nuevo estándar, que llegó para quedarse, representa un costo aproximado de $50 por paciente sin que siquiera se siente en la silla (versus $25 antes de la pandemia), pero lo estiman justificable ya que ningún dentista ni paciente ha sido contagiado con el COVID-19 en dichas facilidades.
Esa es la realidad que enfrentan los dentistas del país que se exponen a diario directamente al área de contagio del COVID-19, la boca. Esa realidad viene acompañada de costos de adquisición que se han triplicado y acceso limitado a toda esa parafernalia por la gran demanda. Hasta el pasado 30 de junio las aseguradoras estuvieron protegiendo a sus suscriptores cubriendo por mandato de ASES (para plan Vital) y del Comisionado de Seguro (para planes comerciales) el equipo de protección personal (PPE, por sus siglas en inglés) mediante el código D1999 de la Asociación Americana Dental (ADA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, ya MSO of Puerto Rico, matriz de Medicare y Mucho Más (MMM), así como MCS y Triple S, entre otras aseguradoras, emitieron correspondencia dejando sin efecto dicho código a partir del pasado 1ro de julio. En el caso de MMM, su actitud temeraria es mayor ya que por meses, han estado incumpliendo las estipulaciones de la carta normativa CN-2020-279-D del 16 de junio de 2020 del Comisionado de Seguros, sin consecuencias mayores ni sanciones. Dicha carta estipula una tarifa no menor de $35.00 dólares por visita presencial por paciente a la oficina dental para planes comerciales, que son los que están bajo la jurisdicción de dicha agencia gubernamental.
“Estamos en la boca del lobo doblemente, primero trabajando expuestos directamente en el área de contagio del COVID y, segundo, casi obligándonos a absorber costos prohibitivos que nos imponen los nuevos estándares de protección personal. A nadie se le ocurriría pedirle a un cirujano que entre a la sala de operaciones sin estar protegido de pies a cabeza, pero se pretende que el dentista, que trabaja en un ambiente médico-quirúrgico, deje de protegerse de un enemigo invisible que aun merodea por la Isla, en variantes más virulentas como la Delta, por acrecentar las ganancias de las ya millonarias aseguradoras. Es insólito,” indicó la Dra. Norma Martínez, presidenta del Colegio de Cirujanos Dentistas de Puerto Rico.
Durante la duración de la “cuarentena”, sólo algunos dentistas estuvieron llevando a cabo procedimientos de emergencia mientras los planes médicos estuvieron recibiendo el pago total de sus primas comerciales y de los fondos para los programas de Medicaid (Vital) y Medicare (Advantage). El Colegio entiende que el dinero para cubrir el servicio D1999 está en los ahorros y la acumulación millonaria en primas que los planes tuvieron durante dicho período de encierro obligatorio. “Tiramos unos números conservadores y los planes recibieron unos $18 millones de la partida dental durante dicho período de unas 15 semanas con gastos mínimos, sin costos mayores asociados,” añadió la doctora.
La dentista también recalcó que el manejo de miles de emergencias a través de las oficinas dentales de la Isla, canalizadas por los empleados del mismo Colegio desde sus residencias, también tuvo el efecto de evitar que muchas de éstas terminaran en el sistema hospitalario, economizándole costos al sistema de salud y, además, reduciendo el tráfico de pacientes para que se concentraran en el manejo de casos relacionados al COVID como tal.
El código D1999 es la manera en que los dentistas pudieron desde mayo de 2020 canalizar los nuevos costos de adquisición de equipo de protección personal que exige la nueva realidad, durante y post COVID. Inicialmente la tarifa fue de $35 y en el caso de pacientes de Vital y Medicare Platino se redujo a $14.51, pero ahora MMM y Triple S la eliminaron totalmente, mientras MCS está pagando una tarifa reducida, a pesar de que el dentista tiene que seguir adquiriendo y comprando los mismos equipos como parte de su nuevo protocolo de servicio.
Esta situación, junto a tarifas ya menguadas desde el comienzo de la Reforma, ha causado una fuga masiva de dentistas en los últimos cinco años. Por otro lado, durante ese mismo período, la retención de estudiantes que se gradúan de la Escuela de Medicina Dental del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR y se quedan en la Isla también es mínima, estimada en sólo un 13% o unos 28 dentistas.
Para hacer conscientes a los pacientes de estas aseguradoras de la negativa del plan de cubrir la tarifa de adquisición de equipo de seguridad, el Colegio lanzó un esfuerzo en oficinas dentales dirigido al paciente, así como en medios con la meta de que el plan reinstale el pago de dicho código (D1999) en beneficio de pacientes y dentistas. A través de la plataforma de cambio social, CHANGE.ORG/Quiero estar protegido hasta los dientes, los pacientes pueden endosar y compartir la petición para la permanencia del D1999.
Igualmente, la institución que representa a 1,395 dentistas colegiados, 1,150 de ellos activos, ejerciendo en 852 oficinas dentales, ya solicitó espacio para defender y justificar la permanencia del D1999 en vista pública del Comisionado de Seguros citada para el próximo viernes, 16 de julio.
“A nadie le causa asombro ni indignación que, a pesar del aumento de luz y agua, del alto costo de vida y de los gastos operacionales, las aseguradoras continúen sobrepasando sus ganancias como por arte de magia semestre a semestre. Esas ganancias salen de nuestras costillas, de denegaciones y retrasos en pagos, de cambios retroactivos en tarifas y de menos cobertura a pacientes, como en el caso del equipo de protección personal,” concluyó indicando la doctora Martínez.
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